Todos hemos ido a clase en un momento u otro.
Tener un entorno de aprendizaje definido al que ir a estudiar ayuda a la capacidad del alumno para adoptar su papel, y para centrar sus capacidades de aprendizaje para poder aprovechar al máximo el efecto del contexto en el aprendizaje. Estudiar en el mismo lugar a la misma hora ayuda a la retención de los contenidos y a la concentración.
Pero, cuando hablamos de formación para el empleo, el aprendizaje va conducido hacia una actividad productiva en un puesto concreto en el trabajo. Formaciones intregradas y dirigidas hacia el desarrollo de unas habilidades en concreto, aprovechan las cualidades y recursos del espacio y los trabajadores para implementar los nuevos conocimientos que ayuden al desarrollo de la actividad laboral de una manera más eficiente.
Por ello, la formación “In Company” hace un gran papel para acomodar el lugar y medio de estudio a las condiciones de la empresa donde el trabajador que va a recibir la formación ya se siente cómodo y gestiona su actividad diaria.
¿”In Company” dónde?
Gracias al traslado del lugar de aprendizaje al entorno de trabajo, la formación se ve más fácilmente adaptada al medio para el que va dirigida. Teniendo en cuenta espacios, recursos y modo de gestión de la actividad empresarial, una formación integrada “In Company” puede facilitar la manera de dar un servicio de la forma más adaptada a las necesidades y condiciones de cada caso.
Además de asegurar un mayor nivel de implicación, el estudio en el mismo lugar donde se aplicarán los conocimientos adquiridos ayuda a una mayor comprensión y retención de la información. La inmediata aplicación y ejemplificación práctica asegura mayor porcentaje de éxito a la hora de incluir las nuevas pautas de acción tras el aprendizaje.
Formación específica para los trabajadores como el desarrollo de equipos y resolución de conflictos, mejora en la comunicación interna en la empresa, también se ve beneficiada de las características que la formación “In Company” ofrece. El entorno laboral es un factor muy importante para el desarrollo del trabajo, por lo que las técnicas integradas ayudan en gran medida a detectar, analizar y resolver este tipo de situaciones.
Aunque de esta manera el programa formativo pueda verse interrumpido por contratiempos producidos en el lugar de trabajo, la formación entiende así cómo adaptarse a tales circunstancias. La formación “In Company” busca en definitiva esto; la adaptación del programa a la actividad de la empresa, para ayudar a los trabajadores a adoptar nuevos pautas y modos y gestión y poder introducir a la empresa en nuevos círculos de actividad.
Eso es, lo importante es la adaptación.
Otra ventaja es la formación bonificada, por la cual una empresa puede invertir su crédito de formación en planes para ayudar a la gestión de planes formativos en su empresa. ¡Mira cómo aquí!
¿Quieres saber más sobre la formación “In Company”? Aquí te contamos un poco más.
¡No dejes de aprender!
