Cómo encarar una entrevista de trabajo

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  1. Preparación. Antes de acudir a la cita hay que recabar información sobre la empresa a la que se acude, desde su filosofía de trabajo hasta en qué están inmersos, pasando por los proyectos de futuro que tienen entre manos. Del mismo modo hay que repasar el CV personal ya que numerosas preguntas girarán en torno al mismo y una repuesta dubitativa puede suponer el fracaso.
  2. Mentalización. Lo que se piensa antes y después de una entrevista puede condicionar el resultado del proceso ya que una actitud negativa impedirá que el desarrolló natural de la entrevista siga su curso.
  3. Puntualidad. Es la primera impresión que el entrevistador se lleva de la persona que va a entrevistar y un mal comienzo siempre es difícil de remontar. La apariencia física, como cabe esperar, también es fundamental y presentarse con un vestuario adecuado puede hacer sumar puntos a la hora de la elección. Hay que recordar que no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
  4. Comunicación no verbal. En una entrevista, cada gesto y cada mirada cuenta lo mismo que cada palabra. Aprender a comunicar con el cuerpo es, por tanto, muy importante ya que ayudará a tener éxito a la hora de conseguir un trabajo y dará confianza en numerosos aspectos de la vida, más allá de los laborales.
  5. Sinceridad. Las empresas buscan personas de confianza y por ello es esencial que el entrevistador vea que las respuestas que se le dan son sinceras. Para demostrar esto, no hay nada mejor que evitar los monosílabos y razonas las contestaciones a la hora de responder, pero sin olvidar ser directo y conciso.

Fuente: Suplemento de Formación de Heraldo.es

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